¿Alguna vez te has preguntado qué es el rubí y cómo se cuida? Ciertamente, los rubíes ocupan un lugar muy importante en el mundo de la joyería debido a su gran atractivo. ¡Por eso queremos compartir contigo todo lo que sabemos sobre ellos!
Ya sea sola o en combinación con otras piedras preciosas (como esta sortija con circonitas, zafiros rubíes y esmeraldas), el rubí es una gema sumamente deseada. No en vano, se trata de una de las piedras preciosas más cotizadas debido a su escasez.
Qué es un rubí y sus características
¿Qué es el rubí?
El rubí es una piedra preciosa de color rojo que, al igual que los zafiros, pertenece a la familia de los corindones. Se le considera como una de “las cuatro gemas preciosas” junto con el diamante, la esmeralda y el zafiro.
Saber cuál es el color del rubí nos revela mucho sobre él: desde su nombre (“ruber” es “rojo” en latín) hasta su composición. De hecho, la mayor o menor intensidad de su tonalidad rojiza depende de los niveles de cromo (rojizo) y hierro (marrón) que presente.
Características del rubí
- ¿De qué color es el rubí? Los colores del rubí van del rojo intenso al rojo oscuro, aunque es posible encontrar piezas con matices rosados o marrones. También existe una variedad morada llamada balaje.
- Según la escala de Mohs, la dureza del rubí (9) solo es superada por el diamante (10)
- El rubí posee un brillo vítreo y una transparencia variable, y puede llegar a presentar un aspecto lechoso si tiene muchas inclusiones.
- Los rubíes presentan una buena resistencia a la corrosión debido a su gran estabilidad térmica y cinética.
Cuál es la historia del rubí
La historia del rubí como piedra preciosa es realmente apasionante. Por lo que sabemos gracias a los escritos antiguos, estas gemas eran extraídas de Birmania y llevadas a las cortes reales de Grecia y Egipto.
En la India, el rubí era visto como “el rey de las gemas preciosas” y solía emplearse como talismán. Por su parte, en la Europa medieval también se le atribuyeron poderes mágicos, siendo frecuentemente portada por los guerreros en sus espadas.
Los rubíes fascinaron a los aristócratas decimonónicos, los cuales veían en su tonalidad rojiza todo un símbolo del amor y la pasión. Fue a partir de entonces cuando el rubí adquirió su significación romántica.
Qué cuidados necesita un rubí
- Para limpiarlo, déjalo reposar durante un cuarto de hora en un cuenco con agua tibia y jabón neutro. Finalmente, frótalo cuidadosamente con un paño suave.
- Evita tocar el rubí con los dedos y no lo lleves puesto mientras practicas actividades vigorosas (por ejemplo, tareas domésticas o deporte).
- Mantenlo alejado de productos químicos corrosivos (perfume, vinagre, limón…).
- Al guardarlo, evita que se roce con otras joyas.
Una vez aclarado qué es el rubí y cómo cuidarlo, te será mucho más fácil aprovechar su enorme potencial estético.
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